lunes, 25 de febrero de 2008

HP capitulo 3

Revelando sorpresas

Un par de días antes Harry recibió carta de Ron, en ella decía que iría al callejón Diagon a así poder ir de compras.
Ya en el callejón Diagon se dispuso a comprar junto a Hermione, Ron, y la familia Wesley las cosas para Hogwarts, en eso se encontraron con Draco Malfoy.
- Cara cortada, con el grupo de perdedores.
- Callate Malfoy.
-Andas con perdedores por lo tanto eres un perdedor cara cortada.
- Déjale en paz Malfoy.- dijo la pequeña Ginny Wesley, que lo miraba con llamas en los ojos.
- Veo que tienes novia Potter una chica tiene que defender al gran mago.
- Draco no seas descortés con el señor Potter. Encantado Sr. Potter.
Cuando el Padre de Draco iba a decir algo iriente miro por la ventana y vio a una chica que lo dejo sin palabras, cuando reacciono se giro a ver a Draco.
- ¡Ven Draco!
Al salir de la tienda siguieron a la joven que estaba como perdida entre la multitud.
- Draco acércate a esa chica y preséntate, averigua lo que puedas de ella.
- Pero ¿por qué?
- Ves, e invítala a cenar a nuestra casa necesitamos que venga con nosotros que conozcamos a sus padres.
Draco se acerco, a ella que era Ktrin.
- Hola Soy Malfoy, Draco Malfoy.
- Hola soy Ktrin Spencer.
- ¿Eres de por aquí?
- La verdad es que no, estoy algo perdida, vivo en el mundo Muggle. Y estoy sola mi padre no ha podido venir.
- Yo te acompañare, y luego podrías venir a mi casa para cenar.
- Gracias no quiero ser la una molestia.
- Tranquila no lo serás además seremos compañeros en Hogwarts y tenemos que ayudarnos.
Así que sin mas después de comprar se fueron a casa de Draco, por supuesto el se encargo de esquivar a Potter y a los demás, así no daría el tema para malos entendidos, a pesar que no entendía por que su padre le había encargado hacerse amigo de Ktrin, pero sus dudas se aclararían en la cena.
Allí ella conoció la familia Malfoy, Lucius no podía dejar de mirarla.
- Es increíble el parecido, belleza y sabiduría, igual que tu madre.
- ¿Conoció a mi madre?
- Si, la conocí en Hogwarts de la casa Gryffindor.
- Lamento decirle que ella...murió hace un par de años.
- ¡Oh! Lo siento mucho.
La comida pasó sin novedad, alguna los Malfoy se portaban como nunca con Ktrin, cualquiera diría que estaban tramando algo.

Harry se levanto muy temprano la mañana del primero de septiembre. El tren partiría en tres horas más y necesitaba arreglar todo para su partida. Como ya era más independiente, sabia que Tío Vernon no lo llevaría a la estación del King's Kross, pero tampoco quería andar paseándose solo, sabiendo que Voldemort andaría por ahí reuniendo seguidores tal vez para matarlo en la esquina de la casa, así que reunió fuerzas y se dirigió hacia el comedor, si tío Vernon lo quería lejos de ahí tendría que aceptar llevarlo a la estación del tren.
Cuando llego al comedor, ahí vio a tío Vernon tomándose una taza de café capuchino leyendo un diario y dejando salir la gran masa de piel que caía de su estomago y cubría la hebilla del cinturón. Y también, para que dejar de lado al gordo de Dudley que dejaba rebalsar a su gran y enorme trasero por los bordes de la silla, y que por supuesto Tía petunia y su famoso cuello de caballo, que como siempre admiraba a su gordo y enorme hijo, que no sabia nada mas que comer y hablar idioteces, y ahora que se veía mas imbécil de lo que era, por el hecho de haberse enamorado de Ktrin. Harry se instalo frente a la puerta con el baúl tomado por el asa y la jaula de Hedwig, y garraspo para llamar la atención. Todos lo miraron, tío Vernon escupió café y mojo a Dudley quien se había quedado mirando a Harry como si hubiera visto a algo asqueroso, y tía Petunia ahogo un grito que a su vez se hundió en una mirada de rencor.
- ¿Qué quieres?.–Gruño temblando tío Vernon,
- Bueno, hoy empiezan mis clases. Y quería preguntarte si me podrías llevar a la estación del tren.
- ¿y que te hace pensar que te llevare?-Tembló tío Vernon derramando el café sobre su camisa nueva.
- No exaltes a tu tío niño. Hoy tiene algo muy importante que hacer y tú no le arruinaras el momento. - Aulló tía Petunia estirando la cara más aun de lo que ya la tenia.
- Bueno... tu me dijiste que me querías ver lejos de aquí para no arruinarte tu famoso contrato, y por eso pense que...
- Esta bien. Tienes razón. Te llevare, no quiero que me arruines mi contrato, es verdad. Pero escúchame y escúchame bien. -dijo tío Vernon apuntándolo con el dedo casi rozando la nariz. -Es la ultima vez que te llevo ¿me escuchaste? Para la próxima vez, té iras tu solo, no quiero que me vean con un mocoso cargando una caja con un animal ¿entendiste? - Harry asintió tragando saliva.- bien.
Harry acomodo su baúl con la jaula de Hedwig en el coche, tío Vernon gruñía mientras Harry se acomodaba feliz en el asiento delantero. Cuando llegaron a la estación, Tío Vernon partió el coche inmediatamente sin molestarse en despedirse de Harry; tomo sus cosas y se encamino hacia plataforma 9 ¾ en donde una gran fila de niños esperaban entrar por ella. Harry se sorprendió, nunca había visto a una familia más grande que la de Ron, pero se sorprendió mas aun, cuando vio que uno de los que integraba esa fila, era nada mas ni nada menos que Cho Chang, a Harry le dio un sobresalto en el corazón y le temblaron las piernas y los brazos, se desordeno el pelo, se limpio las gafas y se puso en la fila.
- Vamos, Benny, ahora te toca a ti. -Dijo una mujer con delantal blanco.
Un niño muy bajito, pecoso y de pelo pálido corrió tímidamente hacia la plataforma, Harry se acerco dudoso.
-Dis... disculpe. -la mujer se dio vuelta. - ¿qué sucede aquí? ¿Por qué hay tanta gente?
- Oh, disculpa, si quieres pasa tu primero.
- No, no, gracias no se preocupe...
- Muchas gracias querido, es que es el primer día de estos niños y no creen en la plataforma, tienen miedo de atravesarla. -suspiro la mujer.- Trabajo en un orfanato de magos, y estos niños son hijos de ellos, hoy es el primer día, lastima que sean tan miedosos.
- Disculpe, podrían apurarse, por favor. -A Harry le salto el corazón y sintió que se ponía de todos colores, era Cho.- ¡Ah! ¡Hola Harry!
- Ho... hola. -trago saliva. -¿cómo... estas Cho?
- Muy bien, gracias. Oh, disculpe por favor apúrense.
- Listo ya pasaron todos, ahora pueden pasar ustedes queridos, disculpen la molestia.
- No se preocupe, esta bien. -dijo Harry
Cuando la mujer se fue, Harry se disponía a pasar cuando se acordó que Cho estaba a su lado.
- Pasa tu primero.
- ¿quién? ¿Yo? no, no pasa tu...
- de verdad, pasa, yo no tengo prisa. -se sonrojo Harry.
- Bien, gracias. -Cho le sonrió, y Harry sintió que se le iban los colores.
Cuando ya Cho hubo pasado la barrera, una voz familiar lo hizo detenerse en su recorrido, y al voltearse descubrió que el que venia detrás de el, era Ron, con su familia. Harry sonrió.
-¡Harry! -Corrió hacia Ron.- Hola ¿tanto tiempo, verdad?
- Sí, tanto tiempo. –Dijo Harry
- ¿hace cuanto llegaste?
- Hace algunos minutos.
- Bien, entonces vamonos...
-¡¡Harry!! ¡¡Hola Harry!! - Eran Fred y George que lo tomaron por sorpresa, lo agarraron de la camisa y le palmearon la espalda.- Pero que bien te ves.- Harry, ¿estas preparado? ¿Verdad?
- ¿qué? ¿Preparado para que?
- Bueno, para las chicas. No me digas que no has planeado nada.- Harry se sonrojo–, hay, Harry, Harry, Harry... ¿no me digas que no tienes preparado nada? ¿Cómo vas a conquistar a una chica si no sabes acercarte a ellas? ¡Hay muchas fiestas en este curso¡ - Molesto George.
- Ya, basta, no es gracioso. -Dijo una fina vocesita.
- Ha… Ya salió en tu defensa, bueno Harry, ya tienes a una primera candidata, ¿verdad hermanita? -La hermana de Ron, Ginny se sonrojo más que su pelo, Harry se impresiono.
Nunca se había fijado en Ginny, siempre la vio como una niña pequeña, pero no se había dado cuenta nunca que ella solo tenia un año menos que él. Ahora la jovencita de catorce años, ya no era la niñita que él conoció de once. Tenía el pelo muy largo, y dos trenzas muy finas caían por debajo, estaba casi a la altura de la nariz de Harry y tenia los ojos finamente delineados por una pequeña raya negra. Ginny cruzo los brazos, cogió su carro y se dirigió a la plataforma.
- No es gracioso. -volvió a repetir volteándose, su pelo sé batió dejando las trenzas delante de ella. - Siempre me estan molestando, creced de una vez.
La joven se alejo, mientras Harry la miraba sin pestañear, "¿esa era Ginny?" Se preguntaba, había olvidado que hacia ya dos minutos había estado con Cho, que de un momento a otro había pasado a la historia. Sintió dos golpes en la espalda y una mano que se paseaba de arriba abajo frente a su cara.
- ¿Harry? ¡Harry! -Dudaba Ron temeroso. -¿Te sientes bien? -Harry pestañeo.
-¿qué? ¿Cómo?
- ¿pero que diablos te sucede? Hace un instante estabas despierto y de un momento a otro estabas como hipnotizado. -A Harry le temblaron las piernas y sentía que se colocaba rojo.
- Nooo... ¿de qué hablas? Estoy bien. -Dijo sonriente.
-¡Harry! -Harry miro hacia atrás, la señora Wesley lo miraba impresionada. - ¡Harry! Hola cariño, tanto tiempo, ¡ah! Pero mírate como has crecido.- Decía la señora Wesley besándolo y abrazándolo.- ¿Eh? ¿ Y Ginny?
- ya se fue. -dijo Fred mirando de reojo a Harry.- Creo que se sintió presionada.
- Si, demasiado por hoy. -molesto George dándole puntadas a Harry con el codo.- Ya se atreverá.
Harry los miro incrédulos, mientas Ron se reía bajo su mano. Los mellizos tomaron los carros y se fueron corriendo a través de la plataforma.
- Bien, creo que es hora de que pasemos o se nos hará tarde. -Opino Harry.
- Si, vamos...
Ambos tomaron su carro y se dispusieron a correr, el primero fue Ron que paso delante de una mujer que en ese minuto caminaba cerca de la barrera, Harry tubo que esperar. Para cuando paso el peligro, Harry pesco su carro y se dispuso a pasar, cuando...
- Espera Harry. -dijo una voz que lo tomo por el hombro, Harry se volteo. -Era el señor Wesley.- Ha... hola. -sonrió Harry.
- Hola muchacho, ¿cómo estas?
- Atrasado. -se limito a decir Harry que miraba con impaciencia la barrera.
- Si, no te quitare mucho tiempo, escúchame: necesito que le entregues esto a Ginny, es algo que se le quedo sobre mi escritorio la noche pasada, estuvo hasta muy tarde. Creo que es algo muy importante para ella. ¿Se lo podrías entregar? -Harry garraspo y un leve tono rojo toco sus mejillas.
- Pero, ¿por qué no sé lo pidió a uno de sus hijos?
- Porque no sé lo entregarían. Tenia pensado en dárselo a Hermione, pero no la he visto.- sonrió el señor Wesley–. Mmm... creo que ya es hora, mas vale que te apresures.
Harry cogio un sobre que el señor Wesley le había entregado, y partió hacia el otro lado de la barrera, el tren estaba a unos pocos minutos de partir, y Harry se apresuro a entrar.
Una vez dentro del tren, Harry instalo sus cosas en un vagón vacío, y sé sentó cerca de una ventana observando el sobre que el señor Wesley le había entregado. Se levanto del asiento y se dispuso a buscar a Ginny. Cuando la encontró, vio que no estaba sola, la rodeaban un montón de alumnos de cuarto y tercer grado que la atiborraban de caramelos y flores de menta, Harry sintió que se le apretaba él estomago y prefirió esperar a que se fueran, pero eso no paso. Cuando se disponía a irse una voz conocida lo molesto por la espalda.
–¿celoso Potter? Te están quitando a tu novia veo.
- Malfoy...- murmuro Harry
– Así que la pequeña Wesley consiguió admiradores después de todo ¿eh?
– Malfoy asomo la cara por el ventanal que se cerraba en el vagón.
- Si no té molesta me voy a mi vagón.
–¿qué es lo que traes ahí? ¿Una carta de tu novia?.- Malfoy tenia la cara tensa, sobre todo la parte de la boca–. ¡Hey! ¡Oigan todos! ¡Potter tiene novia!
Todos los alumnos del vagón en donde Ginny estaba salieron a ver, junto con estos salió Ginny quien miro asustada el sobre que Harry tenia apretado en la mano.
–¡detente Malfoy! –Dijo–. ¡No es mi novio!
Malfoy torció una sonrisa, y miro a Ginny de pies a cabeza.
– Si, como sea, pero entonces porque tiene Potter esa carta ¿eh? –Ginny se puso tensa.
- No, no es mía...–murmuro, dándose media vuelta y entrando en el vagón–. ¡Ya basta de molestar!
–¿qué sucede aquí?–Grito otra voz que a Harry le pareció conocida–. ¿Qué ocurre? ¿Por qué hay tanto alboroto?
–¡Percy!–Grito Harry.
–¡ah! ¡Hola Harry!
El hermano de Ron que era prefecto y además premio anual del colegio Hogwarts.
–¿quién esta molestando aquí?–Grito Percy.
–Malfoy empezó.–dijo Ginny saliendo del vagón.
–¿así que tu Malfoy he? me lo esperaba...
–¿y que piensas hacer Wesley?–Dijo Malfoy aparentando ser rudo, luego se giro y se fue, en la puerta se cruzo con Hermione, dándole un golpe en el hombro.

La chica que era la mejor amiga de Harry, con la que no había hablado hacia ya mucho tiempo solo en el callejón Diagon, no había cambiado mucho seguía con su pelo alborotado como en el curso anterior, también le impresiono su altura y la túnica negra que llevaba, que se ajustaba a su cintura. Harry espero impaciente a que apareciera Ron, a ver si las dudas de hace un año eran ciertas. Harry sonrió y la llevo hasta el vagón en el que estaba instalado, Ron miraba por la ventana y movía el brazo de un lado a otro tras el vidrio
empañado por el frío. Harry se acerco.
–¡oye Ron! Mira quien esta aquí...- el corazón de Ron se exalto de emoción y se mantuvo firme, Harry miro a Ron que vio a su amigo con la boca abierta.
– Ha, hola Ron.–Sonrió Hermione. Pero Ron solamente movió la mano. Harry sonrió y comprobó. Definitivamente sus dudas del año pasado se habían aclarado.

Durante el transcurso del camino solo hablaron el tema de las vacaciones, que tanto para Ron como para Hermione habían sido las mejores de su vida. Ron había viajado a Rumania para acompañar a Charlie en la búsqueda de un dragón maltés de tres colas, que andaba espantando a los aldeanos de una pequeña ciudad Muggle. Por otro lado Hermione había ido a Roma a estudian a los brujos del antiguo imperio romano. Esas fueron las razones por las cuales no le pudieron escribir a Harry, y que obviamente fueron una gran sorpresa para él. Y más fue para Ron y Hermione cuando les contó lo de Ktrin, y como había hecho esta para influir en Dudley.
–¿y dices que abrió la jaula de Hedwig?.- Pregunto Ron comiéndose una gragea sabor a pepino.
–Sí, no se como lo abra hecho con una horquilla. Pero lo bueno es que Hedwig esta muy agradecida con ella.
- Parece ser una buena persona.–comento Hermione mirando por la ventana.
– Si, ya lo creo.–dijo Harry que no dejaba de reír entre dientes, por la mirada que Ron le dirigía a Hermione.
–hey ¿vieron la lista? ––Dijo Ron de repente.
– Si el profesor Lupin va a volver a darnos clases de artes oscuras.
– Potter, tendrá a su profesor protector con el.
–¿qué quieres ahora Malfoy?–Harry se levanto en posición de pelea, Ron lo siguió.
– Solo vine a hablar con la asquerosa sangre sucia...–dijo Malfoy aparentando rudeza.
–¿Sí Malfoy? ¿Qué es lo que quieres?- Hermione miro a Malfoy de reojo, camino lentamente hacia él y lo miro a los ojos. Y tuvo suerte ya que ahora a ojos de Malfoy, la sangre sucia ya daba lo mismo...
– Bueno, tengo un mensaje de la profesora McGonagall para ti... dice que apenas llegues al castillo vayas a verla urgente. ¡Crabbe!
El mastodonte de Crabbe se acerco tambaleándose frente a Hermione.
–Crabbe... ¿mira a la asquerosa sangre sucia no ha empezado el año y ya empieza hacerle la pelota a los profesores?–Rió burlonamente Malfoy.
–Hola.– Dijo bobamente mientras miraba a Hermione.
–¿cómo que Hola?, imbécil!– Grito Malfoy rojo de la rabia.
– ¿qué le digo?
A Malfoy le herbia la sangre, mientras que Ron con Harry se retorcían de la risa sobre los asientos del vagón, Hermione levanto una ceja. Malfoy se acerco con su cara enrabiada cada vez mas a la de Hermione, Ron se levanto del asiento y se puso frente a Malfoy apartando a Hermione.
–¡¡detente de una vez Malfoy!! ¡¡Vete de aquí, nadie te quiere, no vez que ensucias el honor de los que somos sangre limpia!!–Ron herbia en fuego y rabia.
– ¿qué dijiste Wesley? –Malfoy apretó los puños.
– Que ensucias el honor de los que somos sangre limpia... ¿quieres que te lo repita de nuevo?–Escupió Ron.
–¡ja! Miren quien viene a hablar de honores. Tu pobre Wesley que no tienes nada, tu padre trabaja por lastima en el ministerio, y tu madre apenas tiene para darles comida, ¿y me hablas de honor? ¡Tu ensucias el honor de los sangre limpia Wesley, eres el peor sangre limpia que he visto, tu y toda tu familia! De repente Malfoy se hallo en el suelo, con un hilo de sangre en la boca y en la nariz, Crabbe y Goile, lo ayudaron a levantarse. Ron le había pegado un puñetazo a Malfoy en medio de la cara.
– Ron... ¿qué has hecho?.–Murmuro Hermione asustada.
– Lo que debía hacer, tu escuchaste lo que estaba diciendo...
En eso entro uno de los prefectos a preguntar que había pasado y se dirigio a Hermione pidiendo explicaciones de quien le había pegado a Malfoy.
– Bue... bueno ...
–¿qué? ¿Qué... que vas a hacer?- dijo Ron
Hermione se tapo la cara
– Fue Ron... –dijo saliendo del vagón llorando.
–¿qué... que dijo? –Miro aturdido Ron a la puerta del vagón.
– Ron Wesley tendrás que ir a ver a la profesora de tu casa para tu castigo...
–¡¡ Me acuso!!–Aúllo Ron–. ¿Pero como? ¿Por qué? Es que acaso estuvo mal lo que hice, ¡la estaba defendiendo! Lo oyes ¡ defendiendo!
– Si, lo sé... pero ya sabes como es de responsable se toma las cosas demasiado en serio. -dijo Harry, mirando con lastima a la perdida silueta de Hermione saliendo por la puerta del vagón.
– Estas perdido Wesley.–dijo Malfoy tapándose la boca manchada de sangre–.- Total y completamente perdido.
Malfoy salió del vagón, dejando a un muy aturdido Ron y Harry mirando a través de la puerta. Ron se sentó cayendo pesado.
– No puedo creer que me aya acusado. Apuesto que si la hubiera agredido a ella de seguro Malfoy termina hospitalizado.
– No lo creo Ron.–dijo Harry con lastima–. Ella sé autocontrola mucho. Se toma muy en serio sus acciones. No la obligues a hacer cosas que no quiera hacer. Hazlo por ella.
Al escuchar esto, Ron enrojeció hasta las orejas haciendo desaparecer el color de su pelo. Harry esbozó una pequeña sonrisa y miro por la ventana.
– Estamos por llegar a Hogwarts.–dijo esperanzado.
Cuando el tren se detuvo, una feroz tormenta caía sobre la estación, los carruajes sin caballos aguardaban bajo esta, mientras que a los de primero Hagrid los tapaba con un enorme paraguas color negro noche.
–¡Hola Harry, Ron! ¿Cómo están?.–Dijo bajo su gruesa y espesa barba con una feliz sonrisa.
– Muy bien gracias.–respondió Ron gritando y tapándose la cabeza con la capucha del uniforme.
– Que bien, me alegro... ¡Vamos los de primero apresúrense! , Disculpen me tengo que ir, nos vemos en el colegio, súban pronto a los carruajes. –Dijo Hagrid alejándose con una enorme fila de niños de primero.
Cuando Harry y Ron se dieron media vuelta para subirse al carruaje, una voz los saco de sus pensamientos, era de Hermione.
– Hagrid espera tengo que ir contigo la profesora McGonagall me espera.–Grito, mientras corría en dirección a los botes pasando por el dalo de Ron. Harry y Ron se fueron hacia los carruajes, subieron en el primer carruaje que encontraron.
El carruaje se detuvo frente a una gran puerta de roble, en donde los aguardaba una larga y hermosa escalera de mármol.
Una vez entraron en el castillo Hogwarts, la profesora McGonagall, estaba parada frente a la puerta del gran comedor a su lado estaba Hermione
- Bienvenidos a otro año, alumnos. Bien, ahora los haré pasar al gran comedor, ahí, nuestro director Albus Dumbledore les dirá las novedades para este año. Malfoy lanzo una mueca a Harry y entraron al gran comedor, raramente arreglado sobre la mesa de Ravenclaw con cortinas azules, sobre la de Hufflepuff con cortinas moradas, sobre la de Slytherin con cortinas verdes, y sobre la de Gryffindor, con cortinas rojas. Dumbledore junto a los profesores en la mesa central. Todos se sentaron.
–¡Bienvenidos alumnos a otro año escolar!.- Dijo Dumbledore poniéndose de pie frente a la mesa de profesores.
–¿qué crees que pasara?–Le susurro Ron a Harry, mientras que Hermione no decía nada.
– No lo sé.–negó Harry encogiéndose de hombros.––bien, como muchos de ustedes sabrán, y también como la profesora McGonagall les comunico por carta los de tercero podrán ir al pueblo de Hogsmeade, este año y por otro lado las normas el pasillo del tercer piso esta prohibido para cualquiera que no desee morir y así mismo el bosque prohibido.- Sé produjo un barullo en el gran comedor–. Si, si... muy bien, bueno, para los alumnos de cuarto años en adelante saben que podrán elegir clases, tanto así que es opcional la de vuelo y pociones, al resto sabe que estas clases son obligatorias.- Muchos de quinto aplaudieron con ganas, sobretodo Gryffindor, el profesor Snape de pociones, puso una mueca con la boca. Bueno empecemos con la selección.
– Saben tendremos una compañeras nueva los de cuarto, ahora veremos en que casa entrara, me ha dicho la profesora que la ayudara a ponerse al día con nuestras materias espero que entre en Gryffindor–dijo Hermione emocionada.
La selección empezó los chicos de primero eran repartidos para sus casas hasta que sonó un nombre que llamo la atención de Harry.
- Ktrin Spencer.- Una chica con una capa se acerco y se sentó en el taburete y apartando su capa.
–¡Ktrin!–Grito Harry, Ron y Hermione lo miraron.
–¿ella es Ktrin?–Le preguntaron al unísono.
Harry asintió mudamente e impresionado con la cabeza. Esta vez los chicos estaban todos atentos y la miraron con miradas descaradas a la chica.– El sombrero se poso en ella y después de un buen rato dijo ¡¡Gryffindor!!- Sonrió. Ktrin salto del taburete con un salto y se dirigió a la mesa Gryffindor y se sentó. Mientras Draco golpeo la mesa con su puño demostrando su descontento con la decisión del sombrero.
– Vaya amiga que tienes Harry.- dijo Fred Wesley mirando a Ktrin con una mirada atrevida.
–¿con amigas así quien quiere amigos?.- Dijeron, George Wesley y Lee Jordán, mirando a Ktrin del mismo modo.
– Que envidia, los de primero se sientan junto a ella.–Dijo Nicolás Kensy, un alumno de la casa Hufflepuff que estaba tras Harry.
Harry enmudeció, no le quitaba a Ktrin la mirada de en encima, de verdad no se había equivocado en que este seria el mejor año de su vida. Dumbledore levanto la mano pidiendo la palabra.–Bien, en nuestra lista de clases, pusimos clases opcionales, como las de pociones, que creo ya haberlo dicho.- nuevamente Gryffindor, Hufflepuff y Ravenclaw, estallaron en abucheos, mientras que el profesor Snape miraba con una mueca sombría a todas las demás casas, Ktrin miro detenidamente a Snape que la miraba a ella..- déjeme presentarles nuestro representante en el equipo de Quiddich en los campeonatos territoriales, uno de nuestros alumnos Oliver Wood.- este se levanto mientras la gente lo aplaudía y Fred con George le tiraban besos y le hacían muecas gritando (¡te amamos Oliver!), Oliver reía al ver a sus amigos.
Ktrin también le aplaudía y al mismo tiempo miro a Harry quien la miraba a ella saludándola y esta le devolvía un saludo con la mano. Por otro lado, Malfoy los de la casa Slytherin miraba a la chica de una manera muy especial, sus ojos azules profundos inquirían esa sensación de miedo y temor, Ktrin la sintió y se dio vuelta para mirarlo, que calzo justamente con que, en esa dirección estaba sentado Wood, quien sin querer la quedo mirando; cuando chocaron las miradas, Ktrin se sonrojo y se dio vuelta para volver a la fiesta del colegio, Wood garraspio y miro de reojo a Ktrin quien aun seguía con las mejillas rojas. Cuando las casas dejaron de festejar, nuevamente Dumbledore hizo la señal con su mano. Todo el colegio callo y como siempre grito:–¡a comer!.–con una gran y fascinante sonrisa.
Los platos de oro se llenaron al instante, la comida humeaba en todas direcciones, y los invitados de cada casa miraban sorprendidos a cada una. Ktrin se dio cuenta que alguien la miraba, y miro a Harry, quien la volvió a saludar, ella le respondió de igual modo muy amablemente, y volvió a mirar a Malfoy que no estaba, había ido a sentarse al lado de otro chico de Slytherin y al parecer otros alumnos habían hecho lo mismo, se levanto tranquilamente y camino por entre el pasillo que dividía la mesa de los Gryffindor con la Ravenclaw, mientras era la atención de todo el colegio, Ktrin llego a donde estaba Harry y puso su mano sobre el hombro de el.
–Hola–saludo contenta. Ron se dio vuelta a mirarla y se le callo el pedazo de pastel que tenia en el tenedor, Hermione la miro de pies a cabeza y de ninguna manera se enojo, mas bien sonrió al ver la expresión de Harry.–y bien... ¿me hacéis sitio?
Rápidamente muchas sillas se movieron de su lugar dejándole espacio a la chica, los hermanos Wesley con su amigo Lee Jordán se habían inclinado en una reverencia.
–oh, señora, aquí os dejamos nuestros aposentos.– rieron burlonamente los tres, Ktrin sonrió.
– Gracias.– sonrió Ktrin haciendo una reverencia.– me llamo Ktrin Spencer y ustedes son...
- Los bromistas George y Fred Wesley con nuestro amigo Lee Jordán
Luego Ktrin se sentó hacia un lado de Harry y Ron, quedando frente a Hermione, saludo a todos.
– Hola.–dijo a Ron– Yo soy Ron Wesley
-Ha, y tu debes ser... Hermione Granger, un placer conocerte. Y será todo un honor tenerte en mi clase también. Espero no molestarte con mis dudas.- Hermione parecía desconcertada, parpadeo un par de veces y le sonrío, saludándola.
–¿ya nos entregaron los horarios?.–Pregunto Parvati Patil repentinamente que estaba a un lado de Hermione.
- Sii, aquí están.–dijo Hermione entregando los horarios.- oh no pociones mañana.
- Vaya... ¿ a nadie le gustan pociones?.–Dijo Ktrin mirando impresionada los horarios.
– Nos gustaría si nos tocara con alguien de bien y no que siempre favorezca a su casa.–dijo Ron mirando al profesor Snape.
–¿en serio? ... parece una buena persona.–dijo. Todos la miraron con los ojos muy abiertos.
- Se nota que no lo conoces.–dijeron todos los que estaban a su alrededor.
- Pero... es que... ¿saben por que actúa así?.–Pregunto Ktrin.
- Si, porque odia a los alumnos.–volvió a responder Ron, bajo la mirada de igualdad de Harry.
Ktrin miro al profesor Snape, estaba con la cara tensa, su pelo pegado a los pómulos, y la nariz completamente erguida, golpeteaba la mesa con los dedos. Ktrin lo miro hasta que este la miro, y ella aparto la vista mirando a otro lado, cuando sin darse cuenta nuevamente había desviado la mirada encontrándose, Wood, quien la miraba atentamente. Ktrin volvió a sonrojarse y miro hacia atrás de ella, donde Malfoy la miraba con los ojos azules profundo pegados bajo un aire de misterio y su pelo rubio la saludo y esta lo saludo.
-¿Conoces a Malfoy? -pregunto Hermione
- Si lo conocí en el callejón Diagon se porto muy amable conmigo e incluso me invito a su casa.
La cena había acabado y ya estaban levantándose cuando Draco Malfoy se acerco a Ktrin.
-Hola! Seas bienvenida a el colegio Hogwarts Cualquier cosa que necesites sabes que me tienes a toda tu disposición
-Gracias Draco.- Y se marcho sin mas, siguiendo a Percy que enseñaba el camino a la sala común a los nuevos.
-¿A que juegas Malfoy?
- No te metas cara cortada. Ella no es para ti.- dijo acercándose a Harry.
-Tampoco para ti Malfoy.- dijo Ron que estaba levantado junto a varios de la mesa Gryffindor.
-Cuidado Sangre sucia parece que el pobretón le hecho el ojo, jajajaja.- se dio vuelta y se fue con los demás de Slytherin dejando a los chicos solos.
-¿Qué le pasa a Malfoy?
-No sé pero algo trama.

domingo, 24 de febrero de 2008

HP capitulo 2

Las cartas con letras doradas

Harry sé había levantado de muy buen humor. Sentía como si fuera alguien nuevo. Después de la visita que tuvo a escondidas de Ktrin sentía como si algo hubiera cambiado por completo en él.Ultimamente no había estado muy contento, ni Ron ni Hermione le habían escrito, aunque había recibido algunas cuantas cartas de Sirius. Hedwig había vuelto esa mañana muy contenta, se poso en el brazo de Harry y le pico la oreja en señal de cariño como siempre lo hacia. Pero lo más impresionante de esa mañana es que no se oyó ningún rugido de tío Vernon. Bajo tranquilamente la escalera, tenia la intención de bajar con el pelo rebelde sobre los ojos a propósito para ver si tío Vernon le decía algo. Cosa que no sucedió, tenía una sonrisa de oreja a oreja, y más extraño aun, saludo a Harry como si fuera su sobrino favorito.-¡Buen día, Muchacho! -Saludo tío Vernon.- Buenos días... -saludo atónito Harry, sin poder creérselo.-¿ves Petunia querida? ¡Hoy firmo el contrato y nos hacemos ricos! ¿Qué te párese Dudders?Pero Dudley no respondió, tenia una gran cantidad de pan en la boca y solo atino a reírse como imbécil.- ¡Bien! -Miro a Harry.- ¿Cuándo empiezas tú, tus clases, con esos... esos... ma... personas, chico?
¿Oyó bien? Tío Vernon Hablándole a Harry amablemente sobre su colegio, ¿estaría enfermo? Harry asintió como un tonto, y quedo mirando a su tío por unos minutos.- ¿Te sientes bien tío Vernon? -Pregunto temeroso.- ¡Excelente! ¿Y bien, cuando empiezan esas clases?- El primero de septiembre.-Murmuro.- Bien, porque te quiero ver lejos de aquí por un tiempo. No quiero que me traigas problemas con el señor Spencer.Era por eso. Después de todo aun lo odiaba, el buen humor era otra cosa...- ¿he? Tío Vernon... -pregunto asustado Harry.- ¿Vendrán esas personas aquí otra vez?- ¿Por qué quieres saberlo? -Miro tío Vernon con cara de incredulidad pero a la vez enfadado.-He... un momento... ¿cómo sabes que eran personas sí sabias que vendría una?Harry sudo frío y tembló de pies a cabeza.- Ha... bueno... he...- ¿no nos estuviste espiando verdad? -Gruñó tío Vernon.- ¡No! No... es que... -miro hacia todos lados como tratando de buscar una buena excusa. -Ha, es que,... escuche mas de una voz cuando llego tu jefe a la casa, por eso...- ¡No mas! Esta bien... si, vendrá otras veces...- ¿En serio? -Se alegro Harry.- ¿Por qué te alegras?- No... por nada...- He, papa... -dijo Dudley con comida en la boca.- Vendrá la hija de tu jefe... –Tío Vernon sonrío maliciosamente.- Puede que si, mi hombre... ¡Ja, ja! ¿Lo oíste querida? ¿Nuestro hombre se ha enamorado?
- ¿Mi Dudley está enamorado? - exclamó la tía Petunia y Harry no pudo evitar que se le escapara la risa.- ¿Te hace mucha gracia?
- ¡Tú vigila el bacon! –chilló.- el amor es un sentimiento que no podrás experimentar en tu vida, pues nadie va a quererte lo suficiente para que quiera vivir contigo, ven cariño... -hablando con Dudley.- explícale todo a tu mami...
Harry se concentró en el bacon e intentó no escuchar la conversación tan estúpida que mantenían esos dos, las palabras de la tía Petunia lo habían afectado ¿Cómo podía decir que nadie lo llegaría a querer? ¿Cómo podía insinuar que él no experimentaría nunca el amor?

-¿Crees que le gusto mami?- ¡Por supuesto que sí! ¿Quien no podría querer a un chico tan guapo, inteligente, dulce, simpático...?
Justamente todo aquello de que carecía. Cuanto más intentaba no escuchar, era peor, porque lo oía con más claridad, ya había terminado con el bacon, así que decidió seguir con los huevos que no había podido empezar tía Petunia.
- Claro que sí! Un Dursley siempre ha tenido mucho éxito entre las chicas – exclamó el padre cuando Harry le servía el desayuno.- ¡Así es! tendrás tantas chicas como quieras desear. Mi caballerito ya no es un niñito, esta creciendo...-lloro Tía Petunia abrazando a Dudley y dándole besos por toda la cara.
Harry suspiro, se dio media vuelta y volvió a su habitación. Quedaban solamente dos semanas antes de empezar el colegio, ya se estaba empezando a aburrir.
La mansión era muy grande, era de un blanco incandescente y en su interior tres grandes pisos decorados con una alfombra roja bajando por cada escalera. Las barandas de las escaleras eran doradas con dos estatuas al final de cada una. Ktrin se levanto temprano, estaba en una hermosa cama con cortinas blancas y azules que caían del techo, y frente a ella en donde un hermoso búho color canela con los ojos verdes la miraba sentado sobre un piso de madera de roble, movía las alas en forma de saludo.
- Hola Kip ¿cómo ha estado todo? -El búho ululó contento.- Ya veo... ¿todo bien verdad? - Dijo la joven acariciándole la cabeza.- Que bueno, me alegro por ti. -El búho movió la cabeza hacia un lado.- Ayer conocí a un chico muy simpático Kip. -El búho voló hacia le hombro de la chica y le pico la oreja en forma de cariño -¡Ktrin apresúrate en levantarte querida, Tienes una carta para ti! -Grito una mujer desde el primer piso. -ya voy... -grito Ktrin...La joven se coloco unos téjanos y una camiseta azul. Bajo las escaleras apresuradamente y encontró en su gran comedor a su padre desayunando.-¿y mi carta? ¿Quién me la envía?
- Bueno, te lo envían de Hogwarts.
- ¿No saben que voy a otro colegio?
- Veras hija hable con Albus Dumbledore... cree que ya es hora de que te empieces a ir a Hogwarts.
- Pero papa sabes que mama me inscribió en el otro colegio por que decía que Hogwarts no era bueno para mi y que no me aceptarían.
- Pero te aceptaron hija y creo que será lo mejor tienes cualidades y tienes que explotarlas, yo no se mucho sobre magia pero se que es la mejor que puedes ir, siempre que tu quieras.
- Claro que quiero ir, ya estaba harta de esa pequeña escuela, iré al mejor colegio de magia y Hechicería, Ya había pasado una semana y quedaban solo cinco días para empezar el colegio. Lamentablemente no llegaría con tanto humor. Sus amigos Ron y Hermione no le habían escrito, había hecho una nueva amiga, pero no era una bruja, y tan solo había recibido una carta de Sirius que había sido hace tres meses para hablarle del nuevo curso y por lo que tendría que pasar ese año.Mientras leía y releía una y otra vez la carta de Sirius pensaba en Ktrin. De repente todos sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de Hedwig que parecía mas gordita de lo que estaba hacia una semana, al parecer el lugar en que Ktrin había dicho que fuera a comer estaba atiborrado de ratones y quizá que otras cosas. El búho se sentó en la rodilla de Harry y levanto la pata mostrando una carta con letras color doradas impresas en él. Era una carta de Hogwarts. Rápidamente la abrió y le dio a Hedwig unos restos de galletas que en la mañana habia robado de la cocina. Miro la carta:

Señor Harry Potter:
Le informamos a usted, que el colegio Hogwarts empieza sus clases el primero de septiembre (Harry suspiro, no era otra cosa que la lista del colegio) los alumnos de cuarto curso y cursos mayores este año necesitaran una nueva autorización para poder ir al pueblo de Hogsmeade firmada por sus padres o tutores. Le adjuntamos la lista de los libros y materiales de este año. Atte.Minerva McGonagallSubdirectora.

Harry dio un respingo. Sin duda era una noticia alegre aunque se tratara de una carta del colegio. Sin duda, penso Harry, este seria genial. Aunque todo estaría perfecto si sus amigos le hubieran escrito. Cogio un lápiz y un papel que tenia arrugado en su bolsillo, y empezó a escribir, si no eran sus amigos quienes escribían, seria él.

sábado, 23 de febrero de 2008

Harry potter y el heredero de Slytherin

Una visita inesperada
Como siempre era un nuevo día en la avenida 4 de Privet Drive. Este año, Harry cumplía 17 años. Ahora estaba mas alto, sus ojos verdes brillaban como nunca antes lo habían hecho, su cabello negro disparado hacia todas direcciones y unos mechones de pelo le caían sobre sus ojos haciendo que luciera más apuesto, y no había que olvidar tampoco el hecho que su delgadez había ido desapareciendo, haciéndolo ver más esbelto y atlético, sin olvidar mencionar los ensayos que hacia de Quidditch cuando estaba en Hogwarts y las tareas domesticas que tenia que hacer en casa de sus tíos lo mantenían en forma. Mientras que Harry pensaba en Hogwarts y como seria este próximo año acostado en su cama sus pensamientos se vieron truncados por los gritos mañaneros de Tía Petunia que siempre daba haciendo retumbar por la casa, hasta hacer que Harry se olvidara de sus pensamientos.
- Venga!,levanta¡ hacer el desayuno. ¿Siempre tienes que hacer el vago?- Sí, tía Petunia - respondió con asco.- Hoy toca bacon ¡Pobre de ti que se te queme!- Muy bien, tía Petunia.- ¡Venga! - chilló ésta.
Siempre tocaba bacon, no entendía porque razón le repetía todas las mañanas, era el desayuno que más le gustaba a Dudley. Después de vestirse con lo primero que encontró, salió de su habitación para dirigirse a sus labores impuestas.
- Buenos días.
Dijo Harry más por obligación que por costumbre. No era primera vez que no recordaban su cumpleaños y esta no seria la excepción. Al entrar a la cocina vio a tía Petunia que estaba a punto de ponerse a freír un par de huevos. Tía Petunia murmuró y éste ya se podía dar por contento, pues eso sería lo más amable que oiría durante la semana antes de volver a Hogwarts.- ¡Con un poco más de ganas chico! -lo riñó tía Petunia.- desde que volviste de ese maldito colegio que tienes una cara de asco y todo los haces con tan pocas ganas... ¡yo ya te espabilaría!- Sí, tía Petunia.- puso dos trozos de bacon a la paella para freírlos.
Cada mañana era lo mismo, con amenazas, pero Harry había aprendido a controlarse, tan siquiera las oía, pues le rebotaban.- ¡Buenos días, rey de la casa!
Tía Petunia intentó estrujar a Dudley contra su cuerpo cuando apareció por la puerta de la cocina, pero fue inútil, pues sus delgados brazos no podían ni rodear la mitad del enorme cuerpo de éste.
- ¡Sí que te has levantado temprano!- Es que no puedo dormir mami... -hizo una mueca que intentaba ser el principio de un llanto.- Pobrecito mi Dudley...
Le acarició los enormes rizos rubios que hacían la función de cabellos, o al menos lo intentaban.
- Explícale a mamá que le pasa al rey de su corazón...-Toda esa dulzura le daban espasmos a Harry, era tan exagerada tía Petunia con Dudley, esto no lo llegaría a entender nunca, amor de madre, sí, por supuesto, pero hasta un límite.
-He sido yo Petunia el que lo despertó. Sabes que hoy es un día muy importante para nosotros, firmare uno de los contratos más importantes de mi vida y todo tiene que ser perfecto para esta noche.- Dijo tío Vernon
-Pero Cariño lo sé, pero no hay que pagarlas con Dudley.
- Pero tenemos que empezar cuanto antes con los preparativos, tu chico que miras.- Mirando a Harry.- Tienes que estar todo el dia aquí has algo útil.

Harry termino de lavar los platos del desayuno lo mas rapido que pudo, y se fue a casa de la señora Figg. Dos manzanas más abajo se encontraba la casa de la señora Figg, vieja y abandonada, llena de gatos que maullaban muy tranquilos. Llamó a la puerta y al instante apareció una cara arrugada y envuelta de cabellos blancos.- Buenos días hijito... pasa, pasa... acabo de hacer unas galletas de cereales... pasa...- Buenos días.-asqueado por el olor a col que le empezaba a entrar por la nariz.
- ¿Es mi imaginación o cada día estás más delgado? –Sonrió. pronto estarás tan delgado que no podremos verte.- se rió de su propio chiste.Harry murmuró algo por dentro que ni tan sólo pudo entender él mismo. Como siempre, lo dejó sentado en una de las puntas de su viejo y descolorido sofá verde que tenía en la sala, el tradicional álbum de fotos de sus gatos ya muertos, mientras que ella iba a la cocina a buscar sus galletas.Volvió con las galletas que había hecho pero pronto sé tubo que ir para ir a buscar algo para refrescarse. Harry suspiró y volvió a ojear las fotografías que ya se sabía de memoria, Peludo con una pelota nueva, Manchas con un lazo rosa, Risueño envuelto de hilo... hasta que llegó al final, pero ¿se podría saber donde había ido esa mujer a buscar los refrescos? ¿A la China? Pues ya se podía quedar... de pronto se fijó en una cosa que nunca le había llamado la atención, las tapas del álbum eran de piel roja y la tapa final estaba forrada de papel marrón, apoyó los dedos y palpó un pequeño bulto, como si debajo hubieran escondidas más fotos, escondidas… esa era una de sus palabras favoritas de Harry, juntamente con romper las normas y misterioso, fue acariciando el papel hasta llegar a la conclusión que era un sobre, el cual podía contener más fotos de gatos, Harry suspiró aburrido, pero la curiosidad pudo más y casi sin darse cuenta, hizo un pequeño agujero, ese papel era tan viejo que era muy fácil de romper; se quedó quieto tratando de escuchar a la señora Figg, oía ruidos por la cocina, supuso que estaría dando de comer a sus gatos, y con el dedo índice hizo más grande el agujero hasta que salió un sobre beige y arrugado, con mancas de humedad, no había nada escrito, pero contenía alguna cosa, como ya estaba abierto al fin y al cabo, en un buen lío se había metido, pues había destrozado el álbum de fotos de la señora Figg, así que extrajo el contenido del sobre y tal como se lo imaginó eran más fotos, una de ellas mostraba a una muchacha que sujetaba un gato de color blanco con manchas negras y en la otra se veía a un hombre y una mujer, la mujer sujetaba el mismo gato de antes y el hombre era mayor, mucho más mayor, con una barba larga de un blanco plateado y gafas de media luna, era Albus Dumbledore.
Harry se sorprendió tanto que dejó caer el álbum al suelo, se quedó quieto esperando a que la señora Figg apareciera y lo riñera por haber puesto la nariz en asuntos que no eran de su incumbencia, pero sólo escuchó como desde la cocina le pedía que tuviera un poco de paciencia, que estaba preparando zumo de limón; Harry suspiró y observó detenidamente esas fotos, las dos eran mágicas, pues los personajes que salían se movían, la fotografía donde salía Dumbledore tenía el fondo de una casa rodeada por un patio de flores donde, de vez en cuando, salía algún que otro duende corriendo como alma que lleva el diablo, Dumbledore rodeaba con su brazo derecho la mujer de su lado, de mediana edad, con muchos cabellos negros que rodeaban su cara con el gato... gato que le parecía haber visto antes, cogió de nuevo el álbum y lo ojeó hasta encontrarlo, era el primer gato que tubo llamado Albus ¡Claro! ¿Cómo podría ser posible que no se hubiera dado cuenta en todos estos años? Una vez le contó que su primer gato se lo regaló una persona muy especial para ella y que hacía mucho tiempo que no la había vuelto a ver pues se había mudado a la avenida Privet hacía ya dieciséis años...
- Perdona hijito... siento haber tardado tanto... la limonada está un poco ácida, pero es fres... -se calló cuando vio a Harry con las fotografías mágicas en sus manos.
- ¿Estudio en Hogwarts?
- Si eso hace años, también soy bruja como tú, pero la magia hace mucho que la deje. Pero basta de charla y más cuando hay cosas que hacer.
- ¿Y por qué no me lo dijo? -Le reprochó.- Porqué nunca me lo preguntaste.
De golpe, le pareció como si la señora Figg hubiera rejuvenecido veinte años y se sentó a su lado, cogió el álbum de los pies de Harry y de su manga sacó lo que parecía una varita vieja y algo rasgada
- ¿me devolverás las fotografías? Simbolizan mucho para mí...Harry se las volvió aún con la boca abierta por la sorpresa. La señora Figg cogió el sobre e introdujo las fotos y con un golpe de varita y un hechizo y reparó el álbum como si Harry nunca lo hubiera tocado, pero lo había hecho...- Albus me dijo que nunca sabrías la verdad... pero eres igual que tu padre, yo estaba segura que lo terminarías descubriendo, aunque debo serte franca, la verdad es que me has defraudado un poco, durante todos estos años lo único que he hecho es darte pistas... me pensaba que serías un poco más listo ¡a veces vas como un cohete! -le reprochó con una sonrisa.
- ¿Usted es bruja?-Venga Harry, a veces pareces burro chico.... ¿a ti que te parece? - Harry afirmó con la cabeza, manteniendo aún sus ojos abiertos como naranjas.- Pero... ¿y mi madre?- ¡Oh sí! ¡Lily y Sabrina! Las mejor alumnas que tuve, sin duda.- ¿Alumnas? ¿Sabrina?- Sí, yo fui profesora de transfiguración durante muchos años. -alzó la cabeza como si ese acto la ayudara a recordar mejor.- fue una gran alegría cuando escogieron a Albus como director de Hogwarts ¡una gran alegría! –Sonrió. -entre tú y yo, el mejor candidato de todos...- Pero... ¿y mi madre? ¡y mi padre! ¿Usted lo sabía todo y no me dijo nada? ¡¿Por qué?! ¿y quien es esa Sabrina?.-Preguntó Harry desesperado.- Haces muchas preguntas hijito... demasiadas... y yo ya estoy muy vieja para contestar.
Se levantó y le ofreció una escoba a Harry.
- Y ahora ¿Qué te parece ir al jardín delantero a sacar todas las hojas muertas? Parece un campo de reclusión... -y rió de su propia gracia, de golpe volvió a envejecer, a ser la señora Figg de siempre.
Harry salió al patio y casi se cayó del susto al ver el montón de hojas que había, murmuró y se puso manos a la obras, habían bien, bien dos dedos de hojas muertas pegadas a las malas hierbas, por suerte acabo antes de la cena y así sus tíos no tenían excusa de dejarlo sin comer.
- ¿Petunia estas asando el pavo? ¿Dudders estas probándote tu chaqueta nueva? ¿Y tu? -Gruño dirigiéndose a Harry. -¿Has ensayado lo que tienes que hacer?- Si. -dijo sarcásticamente el aludido, colocando los platos sobre la mesa. - Bien. Ahora las reglas para esta noche. Y espero que nadie lo arruine como lo fue la ultima vez.-Volvió a rugir tío Vernon mirando hacia Harry quien había empezado a colocar tocino en los platos.- Bien, Petunia ¿recuerdas lo que tienes que hacer?- Si, recibir al señor Spencer, invitarlo a pasar a la sala de estar, servirle un ron con almendra, y preguntarle que tal a estado su vida, mientras que tu te preparas para hacer una entrada triunfal con tu nuevo traje de gala cariño.- Bien, y tu Dudders.- Leerle al señor Spencer mi nueva poesía dirigida exclusivamente y únicamente a el, por ser mi héroe y hacerle unas cuantas reverencias mientras tu preparas tu entrada triunfal con tu nuevo traje de gala, papa.- Excelente, ¿y tu? -Rugió nuevamente dirigiéndose a Harry.- Mantenerme callado, no hacer ruido y hacer como que no existo.- Dijo como si fuera un chiste muy repetido.-Bien. Y espero que cumplas esta vez, condenado muchacho, ya que la ultima vez me arruinaste la cena, perdí un gran contrato y arruinaste el vestido de la señora...- Sí, lo sé. Y ya dije que no fui yo. -Replico Harry hastiado.
- No... menciones... a lo que viste... en... esta... CASA. - Gruño tío Vernon nuevamente apuñalando el cuchillo en la mesa.- No pongas nervioso a tu tío, mocoso.- Dijo tía petunia abrazando a su marido, mientras que el gordo de Dudley lo miraba desafiante.- Ya tiene bastante como para estar aguantando todas tus estupideces.- Esta bien, si les molesta tanto entonces mi presencia aquí, me retiro a mi habitación.- Dijo burlándose Harry haciendo una reverencia como la que hizo Dudley.- ¡No te vallas! -Gruño tío Vernon rasgando el mantel con el cuchillo. -¡Aun tengo cuentas que arreglar contigo mocoso insolente!- Bien, ya las hizo señor Vernon. Con su permiso me retiro. -Volvió a burlarse poniendo cara de sabelotodo, y se fue riéndose a su habitación escuchando los gruñidos de tío Vernon desde la cocina. Se había quedado sin cenar pero valió la pena después de todo le planto cara a su tío.
Ya era tarde, aproximadamente las ocho de la noche, y ya la casa sé ponía pesada, tío Vernon corría de un lado a otro gruñendo porque no estaba su corbata, Dudley pasaba de dos en tres pateando la puerta del dormitorio de Harry para que este se enojara y a su vez tío Vernon se enojara con Harry por meter ruido. Tía petunia por su parte vestía un ridículo vestido rojo de seda vieja que tenia guardado para ocasiones especiales, y decoraba su cuello con perlas percudidas por el tiempo, sin mencionar antes los ridículos zapatos viejos de color rojo, y un ridículo moño que hacia saltar un florero sobre su cabeza. Todo esto mientras revisaba el pavo con jugo de naranja al cognac que tenia en el horno y a su vez decoraba un budín de guindas con almendras y nueces que tenia sobre el refrigerador, esta vez con alarma.Un auto muy elegante se estaciono frente a la casa, dos personas se bajaron de el.- Papa, ¿era necesario venir a esta... casa? - Dijo una joven voz femenina mirando a la casa con recelo.- Si, discúlpame Ktrin, pero no pensaba venir solo, ya me imagino lo que hará Vernon.– El hombre hizo una mueca imitando a Tío Vernon.- “Señor, Spencer, que placer, honor y buenaventura tenerlo en mi casa, es todo un placer, oh, pero que bien se ve esta noche señor, ese traje debió de haberle costado una fortuna".- Termino el hombre haciendo otra mueca con la mano y hundiendo el cuello. La joven se río...- Hay, papa... si no fueran como me los han descrito de seguro tendría un gusto en venir aquí, pero después de lo que me has contado, creo que seria divertido verlos cómo son...- Los más pelotas que he visto querida... - Río el hombre.
Que luego se acerco con la joven hasta la puerta de la casa. Toco el timbre, unos gritos se escucharon de arriba.- ¡¡ya llego, Petunia por favor, ves a abrir la puerta, y recuerda lo que te dije! ¡¡Dudley a tu posición! ¿Me veo bien? ¿Causo impresión, celos? Sí, gracias...La puerta de entrada se abrió, la tía petunia, (ridículamente vestida) abrió la puerta y antes de que hiciera su papel, abrió mucho los ojos, fijándose en la joven que venia con el caballero, la chica sonrío.Era hermosa, tenía el pelo largo de un color café chocolate, al igual que sus ojos, y vestía... muy coquetamente. Su pantalón era de color negro bastante ajustado y terminaba en forma de campana y un chaleco de color negro con una luna resaltando su figura que era muy esbelta, y en su cuello adornaba un relicario plateado con un corazón partido por la mitad.
- Este... ¡señor Spencer! ¡Que honor tenerlo aquí con nosotros! Por favor entre a este humilde hogar. -dijo tía petunia haciendo una reverencia.- Encantado, señora. -dijo el hombre besando la mano de tía petunia.- Hermosa casa, muy hermosa.- dijo mirando de reojo el hombre, como tratando de recordar un guión o algo parecido.- ¿ y esta hermosa señorita es?... ––dijo tía petunia mirando con recelo a la joven tratando de simular simpatía- ha, disculpe, mi hija, Ktrin...
- Ktrin Spencer, encantada. -Dijo la joven entregando la mano para saludarla, tía petunia la toco solamente con los dedos.- ¡señor, Spencer, no puedo creerlo esta usted aquí!-Dijo Dudley, con su enorme barriga afuera y el cuello rebalsándose por los costados de la camisa.- Permítame decirle señor que es un honor tenerlo aquí en nuestra casa, permítame leerle este poema que...- No es necesario muchacho, con tu presencia de caballero me es mas que suficiente.- Dijo, el hombre palmoteándole a Dudley el hombro.- Ha, si esta es mi hija, Ktrin, supongo que te agradara conocerla...
- Dudley... Dudley Dursley. -dijo el gordo niño mirando atónito a la joven y besándole la mano babosamente.- Si, claro, el honor es mío... -dijo Ktrin, limpiándose la mano con asco mientras del mismo modo miraba a Dudley.Mientras conversaban en la puerta, esperando a que tío Vernon bajara, Harry jugaba con una pelotilla saltarina que llegaba hasta el cielo, que, sin querer se le escapo de las manos y abrió la puerta cayendo por las escaleras. Harry rápidamente bajo a buscarla y se escucho un ruido sordo que solo una persona en el corredor alcanzo a escuchar, Ktrin, quien miro de reojo a la escalera, mientras que tío Vernon hacia su entrada triunfal por la cocina.- Señor Spencer, que placer, honor y buenaventura tenerlo en mi casa, es todo un placer, oh, pero que bien se ve esta noche señor, ese traje debió de haberle costado una fortuna. -dijo tío Vernon, mientras que el hombre saludaba sin gracia, como si supiera lo que diría.- El placer es mío Vernon, que hermosa casa. ¡Oh! Aquí esta mi hija. k.. ¿Ktrin? -La chica aun miraba la escalera dudosa, cuando escucharon que la llamaban.-¡¡Ktrin!!- Voy.-dijo saliendo de sus pensamientos, aun mirando al final de la escalera que daba al segundo piso.-¡ah, Ktrin! , Vernon, esta es mi hija, disculpa que allá venido con ella pero es que no tenia con quien dejarla, y es muy traviesa si la dejo sola. -El hombre le guiño un ojo a su hija, quien se río maliciosamente.-encantado señorita...-¡Ktrin! -–Dijo alegremente la joven mirando con asco como a Dudley se le caía la baba mientras la miraba.
- Encantado señorita, muy hermosa por cierto.-dijo tío Vernon haciendo un gran esfuerzo por parecer complaciente.
- Gracias, oh, disculpe, ¿me podría decir donde esta el baño?.- dijo la joven inocentemente, mientras todos se miraban.- Sí, claro, en el segundo piso tesoro. -dijo tía petunia tratando de ser amable con la hija del jefe de su marido.- Gracias.
La joven subió sigilosamente la escalera, mas, su intensión no era ir al baño si no descubrir quien más había en la casa. Cuando llego al segundo piso encontró muchas habitaciones abiertas excepto la última, que sé cerro de golpe. Ktrin corrió sigilosamente hacia esa puerta.- ¿Hola?-Golpeo.
- Hay alguien aquí... –no hubo respuesta–. Bien entonces entrare yo...La joven giro el pomo de la puerta y empujo la puerta y entro a la habitación. Encendió las luces.-¡guau! -Exclamo la joven dirigiéndose a Hedwig. -una lechuza ¡Es hermoso! Pero... ¿qué haces aquí, encerrado? ¿No te dejan salir estos monstruos? -Hedwig asintió alegre ante la visita de la muchacha, como si la conociera.- Déjame liberarte ¿quieres? -Hedwig asintió. La chica se saco una horquilla del pelo y abrió la cerradura, que tenia Hedwig en la jaula.- Ahora, vete. ¿Debes tener hambre? Date un buen banquete. Ándate a dos calles de aquí, atrás una vieja casa. Ahí podrás encontrar algo. Hedwig hululo, picando a la chica en oreja, como lo hacia con Harry, y salió por la ventana.
-Monstruos, como pueden dejar a un animal tan hermoso encerrado aquí arriba.
Ktrin estaba concentrada en el vuelo lejano de Hedwig que escapa hacia el horizonte de la oscura noche, cuando otro ruido sordo se escucho dentro de un ¿armario? La joven se acerco y abrió la puerta sigilosamente, para encontrase con su sorpresa a un muy escondido Harry.
- Hola. -Dijo Ktrin alegremente.- ¿Quién eres? ¿Por qué no bajas?- Lo tengo prohibido.-Dijo Harry.- No puedo bajar. No puedo arruinar la cena de tío Vernon, tú también deberías bajar, si no me hacharan a mí la culpa por encerrar a las hijas de los jefes en mi dormitorio.La joven sonrío.- No me interesa bajar. Tu pareces diferentes a esas personas.- Harry río por la manera en que ella se dirigió a los Dursley.- Bien, ¿por qué no sales? Al menos así podré hablar con alguien. Aunque lo siento por papa. Él me pidió que lo acompañara abajo. -Río la joven.- bien sale a la luz, no creo que sea cómodo quedarse ahí bajo la ropa sobre tu cabeza.
Ktrin le ofreció la mano para que se levantara. Harry tomo la mano de la chica y se levanto de las sombras del armario, su pelo estaba revuelto y le hacia notar la cicatriz. Había quedado sorprendido por la belleza de la muchacha, ya que debajo del armario, no le había visto la cara.- ¿cómo... como te llamas?
- Harry... Harry Potter...- ¿Y donde están tus padres? No creo que por gusto estés con esos tíos tan raros que tienes.
- Ellos murieron cuando yo era muy pequeño.- Lo siento... (la sonrisa de la chica desapareció y eso lo entristeció).- No, no importa... lo tengo superado- Mi Madre también murió... Fue hace dos años, dice que tengo sus mismos cabellos y ojos.- Harry los miró.- ¿Cómo te hiciste esa cicatriz?- Haces muchas preguntas.- Lo siento, ya me lo dicen pero no lo puedo evitar, soy demasiado curiosa, perdona...- En el accidente en que murieron mis padres. Nunca nadie de este mund... quiero decir de esta ciudad se había fijado en ella, eres la primera.- Es que es muy poco común. Por eso. -Dijo tímidamente.- Este... te quiero agradecer por lo que hiciste con Hedwig. -Dijo tratando de cambiar el tema.- ¿Cómo la liberaste? Me ha sido imposible abrir ese candado sin la ayuda de la ma... quiero decir con todo lo que he probado aun no lo había podido abrir.- Bueno, tengo mis técnicas. -Dijo Ktrin haciéndose la interesante.- ¿y... Que haces aquí....? -Pregunto Harry sonrojando.- Bueno, encontré curioso, que en una familia tan rara... quiero decir latosa no allá algo entretenido. Se me ocurrió que podarían tener un perro o algo ya que escuche un ruido desde abajo, y te encontré a ti y me pareces muy agradable. - Le miro a los ojos.
- ¡Ktrin, cielo, baja a cenar!- Se escucho desde la entrada de la casa.- ya, voy... -grito Ktrin desde arriba.- Si, bien... ¿te tienes que ir? -Pregunto mirándola de reojo con lastima.- Si, pero estoy segura de que nos volveremos a ver...- Harry estaba rojo hasta las orejas, Ktrin rió.- ¿vendrás otro día? -Pregunto esperanzado.- Seguramente. ¿Quién sabe? El destino hace muchas jugadas...- Harry se quedo mirando a la joven mientras avanzaba hacia la puerta.-¡oye!-Ktrin lo miro.- ¿Cómo... como te llamas?-¿qué no te lo he dicho?- No.- respondió sonrojado.- Ktrin... me llamo Ktrin Spencer...Bien, entonces seguramente nos veremos... -Dijo abriendo la puerta despidiéndose con la mano y saliendo.
-¿Ktrin? -Se pregunto Harry cuando la joven cerro la puerta.
-¡Bien Vernon! Esta muy bien, el contrato lo firmaremos mañana a primera hora.- Claro, señor Spencer.- dijo tío Vernon rojo hasta las orejas.
- Vaya, niña, ¿qué paso allá arriba? ¿Algo emocionante en el baño?- Sonrío el hombre.- No papa. Hay una ventana que da hacia la ciudad, me entretuve viendo las estrellas. -Mintió.La cena siguió su curso y la verdad fue muy aburrida, mientras Harry la paso encerrado en su habitación.

- Petunia, debo decir que la comida estuvo deliciosa, sin retirar lo maravillosa que esta noche se veía. -Le beso la mano, y tía petunia dio un respingo.- Y usted caballero.- dijo dirigiéndose a Dudley.- Me complació verlo tan amable esta noche, muy pocos niños son así.-Dudley garraspio. - Papa,... -dijo Ktrin cogiéndolo del brazo.- Bien, nos vamos entonces. Adiós Vernon, nos vemos mañana. Señora, caballero. -dijo dirigiéndose a tía petunia y a Dudley moviéndose el gorro.- Hasta pronto.Ktrin con el señor Spencer se subieron al auto y partieron rumbo a una hermosa mansión en las afueras de la ciudad...-¿qué te sucede Ktrin has estado muy callada en el camino? ¿Sucedió algo en la casa de los Dursley?- No nada, no te preocupes.-Dijo triste Ktrin agarrándose el relicario.- A mi no me engañas hija. ¿Qué sucedió?- Me encontré con alguien en la habitación mas alejada de la casa, escondido.- ¿escondido? No lo dudo ¿con quien cielo? ¿Algún animal enjaulado? ¿Algún perro?- No... con una persona...–Ktrin bajo la cabeza.
- ¿Y como se llamaba?
- Harry es muy guapo... –respondió sonriente Ktrin y luego se puso roja.

Bienvenido

Es la primera vez que publico un bloq, asi que espero no hacerlo tan mal. Lo que pretendo hacer con el, es poner mis historias (mis escritos), sueños, e incluso reflexiones de la vida. Es algo que empiezo con mucha ilusion y con ganas de soltar todo lo que llevo dentro y vean la luz. Gracias por leerlo y querer conocerme un poco mas.